2016 Suizo

La vuelta a Suiza después de las vacaciones ha sido un poco accidentada: además de mis problemitas en la piel, que no se termina de curar, en la primera semana después de volver de España:

– Me resfrié

– Me caí en la calle en toda mi largura, dejándome las rodillas y las manos como cuando era cría

– Me quemé con un cacharro demasiado caliente que sacaba del micro

– Tuve -tengo- una conjuntivitis en un ojo

Ah! Y en las vacaciones habré cogido como 6kg a base de croquetas suegriles y arroces maternos.

Lo bueno es que esta situación SÓLO PUEDE MEJORAR, jajaja, y las mejoras sólo pueden producirse si decido cambiar cosas. Ayer fue mi último día de ¨trabajo¨en la empresa española, y el lunes comienza oficialmente la búsqueda de trabajo en lares  helvéticos. Da canguelo pero es también mi oportunidad de mejorar, ya que he conseguido llegar hasta aquí, tener casa, tener permiso, retomar el idioma, que venga Maromo… Como soy impaciente por naturaleza, sé que tendré momentos de desesperación cuando no consiga lo que quiero en un plazo razonable para mí (es decir, YA), pero espero aprender a capearlos más o menos.

Decidir no volver a España, aún teniendo oportunidades -he de decir que tampoco las mejores del panorama, pero opciones había-, es en realidad lo que me pedía el cuerpo ahora, y lo que también mis amigos y familia me han aconsejado en mi situación. Para mí, el vivir fuera de España, integrarme en otras culturas, en otros idiomas, ha sido siempre algo que he querido experimentar, y cuando estuve en EE.UU. estuve feliz en ese sentido porque al fin tuve la sensación de haber conseguido estar allí y ser parte del cotarro. Y eso es lo que me da como subidón (a otros les da por otras cosas, pos a mí me va lo guiri, qué le vamos a hacer).

No es sólo cuestión de que aquí la calidad de vida -en términos económicos- sea mejor, o haya más opciones de encontrar un trabajo digno, es también ese gusanillo de haber comprendido una cultura nueva. Mi existencia es limitada, y no sé cuántas oportunidades más voy a tener así, así que he pensé que si no lo intentaba, me iba a arrepentir… Y aquí estoy. Me puede salir mal, claro, pero lo peor que puede pasar es que no encuentre nada en un año, y me vuelva a España, que va a seguir estando ahí. Pero, ¿Y si me sale bien? Podré crecer profesionalmente, ahorrar, y cuando pase un tiempo intentar volver en mejores condiciones (con más experiencia, con ahorros, con la vivencia de haber estado aquí unos años).

Toca ser constante y no perder la paciencia. Y ponerse a dieta.

Feliz año nuevo!